¿Es posible recuperarse de una infidelidad?
Enamorarse es una de las mejores sensaciones que se pueden disfrutar en esta vida. Tener esa conexión especial con otra persona, a nivel físico, mental y emocional, es como un milagro que pocas veces se hace realidad de verdad. Nos llevamos la vida entera buscando un amor que nos corresponda, que nos merezca, que quiera compartirlo todo con nosotros, y cuando al fin lo encontramos creemos que es como un sueño ideal donde nada malo puede pasar. Sin embargo, el amor real no tiene nada de mágico, más allá de esa primera chispa que hace que todo se entienda. Como cualquier fuego, si no lo cuidamos y lo alimentamos constantemente, acabará por consumirse y desaparecer. Y allí donde había un amor puro y supuestamente infinito ya solo quedarán los rescoldos de una relación que no subimos cuidar, porque pensábamos que era perfecta.
Cuando el amor comienza todo parece de color de rosa. Cuando se acaba, el mundo parece caer sobre nosotros, oscureciéndonos por completo. Lo vemos todo negro y juramos no volver a enamorarnos jamás, para que no nos rompan el corazón. Pero somos personas de carne y hueso, tenemos deseos y sentimientos, y seguramente volvamos a caer. Y todo vuelva a empezar, a no ser que hayamos aprendido de los errores cometidos en relaciones anteriores. Cuidar siempre de la otra persona y no dar por hecho que ya la hemos conquistado por completo. Buscar momentos de intimidad para consolidar la relación, de manera que todo fluya. Afrontar de cara los posibles roces y problemas que puedan surgir en la convivencia. Y sobre todo, no caer en la tentación de serle infiel a nuestra pareja, una de las causas más habituales en una ruptura. Ya lo decíamos antes, somos de carne y hueso, y hay tentaciones que parecen imposibles de evitar, pero debemos esforzarnos. Si de verdad queremos a nuestra pareja, engañándola le estamos haciendo mucho daño. A veces, un daño absolutamente irreparable del que la relación no se puede recuperar.
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